miércoles, 7 de agosto de 2013

Niña ¡Que te va a enguachina!



Han encontrado la fórmula mágica, y es que el cajón de la factura, si ese que por más que se saque la factura de una comilona cuando lo abres nuevamente vuelve a salir otra vez la misma factura, esa factura que está más repetida que los sobres de Bárcenas, o mejor que los billetes de 500 que iban dentro, bueno pues a ese cajón el Barrilete Cósmico le acaba de hacer la ola.
En su trabajo diario de ir a buscar la factura al cajón para tenerla a mano no sea que se pierda, esta vez se ha encontrado otro papel debajo. Cuando Barrilete leyó el documento, se le volvieron locos los ojos, la piel se le puso de gallina y los pelos de “putas”, el reloj de la mano derecha marcaba las once y el de la izquierda se quedó en las menos cuarto, salió de su despacho con el papel en la mano como si de un árbitro con la tarjeta roja se tratara y gritando “la encontré, la encontré, tengo la fórmula”.

Ante semejante revuelo, el Segundo Segundón sale al pasillo y pregunta muy interesado:

-       Barrilete ¿Qué has descubierto?¿trapos sucios?¿desvío de fondos?¿la auditoría saca algo?
-       Que vá, algo mejor que todo eso.
-       Entonces, has descubierto algo del hermano de la mujer del tío abuelo de la prima de K-brujas
-       Mejor todavía, he descubierto la fórmula del “ponche de la caseta”, si, si, ese que nos tiene pillaos.
-       Anda koño, si al menos hubieras descubierto el secreto de la paella del “rovele”, por lo menos nos comeríamos un arroz en condiciones y no como chinos de duro.

En eso que la ilustrísima pasaba por allí con el de Talleres La Fea y tras descubrir el gran hallazgo, agarra al Barrilete por el brazo y le dice “Cari, trae pa cá, que esta la vamos a usar en las fiestas del agua con los niños”, si esas que son como el antiguo “vive tu barrio” pero enguachinao.

En la elaboración el de Talleres La Fea se ha encargado de buscar el azúcar, la canela y los melocotones, sobre todo por aquello de no comprar los famosos y sabrosos melocotones de Triugueros. Al preguntarle el motivo de no comprarlos allí, respondió “son demasiados rojillos, están muy maduros”.

Para el vino y la gaseosa se han tenido que dar dos viajes, en el primero sólo llegó la gaseosa, no podemos saber quién era el que se encargó de esto, sólo divisamos “una gorra”.

Ya en la fiesta, así recibieron a la ilustrísima, “la Lole de Pepeverde”, un par de señoras de alta sabiduría por experiencia vivida, “Niña, te va a enguachina”. Y es que estas mismas señoras la vieron hace una semana en otra fiesta, también hartándose de agua y de la pócima secreta.

Tal cual fuesen Asterix y Obelix y el pueblo Galo, con ansia repartían con el cazo la pócima a todos los vecinos que se acercaban, con más ansia corrían estos a sus casas cuando la probaban.

Nosotros por nuestra parte hemos guardado un vasito de la pócima para que cuando llegue la feria podamos comparar con el original ya que mucho nos da que el Barrilete se ha tirado un farol, bueno otro farol.